sábado, julio 18, 2009

Las profanas

He decidido abstenerme de describir con lujo de detalles -como era mi intención cuando empecé este post-, como un relato, mis impresiones acerca de la obra. No debo ni puedo hacerlo, porque todo, todo detalle es importante: desde que uno se sienta y recibe la vista del escenario, hasta la salida de los actores a recibir los aplausos. Y no pienso arruinar la sorpresa.

Lo que si diré es que me sentí como en casa. Creo que el director logró justo lo que deseaba: satisfacer el hambre de detalle del espectador, cobijar con esa intimidad y seguridad que ofrecen los salones de ensayo; todo ello balanceado con un brillante gancho de carnicero colgado sobre el centro del escenario y filosos diálogos.

He de decir que me encantó el teatro dentro del teatro, a lo Pirandello. Representan a una compañía que ensaya una obra a partir de algunas de las circunstancias adversas, comunes y desgraciadas que azotan a Guatemala: las barreras ideológicas, políticas y económicas, entre otras. En cuanto a lo de célula feminista... puede que así las describan, pero quien aún no la haya visto no debe confundirla con una caricatura feminista que borbotea largos discursos acerca del conocido desbalance sexista, no: se trata a mi parecer de sutiles y atinadas pinceladas que describen bien el cáncer que genera la idea de incapacidad femenina que azota a muchas mentes en este país, mentes de hombres y mujeres, niños y niñas.

Por otro lado, la diversidad de cada personaje representa diferentes reacciones de distintas mentalidades con respecto a un mismo tema. Hubo varios arquetipos e interpretaciones hábilmente manejados. Los actores se cuidaron de una piedra en la que es fácil tropezar: el apoyar lo que hacen en lo punzante de lo que dicen. Estando lejos del escenario, un buen espectador se alimenta de detalles; estando cerca, uno se harta de detalles. Incluso el volumen de sus voces fue bien manejado: un actor acostumbrado al tono de voz normal para el escenario puede resultar demasiado alto al tener al público tan cerca, lo cual hubiese roto la intimidad.

En fin, no quiero escribir más. Dejaré esto con final abierto, a latinoamericano según algunos, para que la vean. "Las Profanas" me parece un excelente trabajo, digno de ver varias veces, ojalá lo presenten más días.

Hoy domingo 19 de Julio, Teatro de Bellas Artes (Avenida Elena y 15 calle, zona 1), 17:00 horas, Q25.


Acerca del director: Magacín: "Siempre he sido un cínico"
Trasbastidores: Las Profanas

miércoles, julio 15, 2009

José Roosevelt (El enigma de la pera)

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Desnuda sobre la plenitud amarilla
su pelo se sumerge entre las nubes.
A la Amazona la han sorprendido
admirando al enigma recursivo.

El padre de esta criatura es otro amazona
que ama las peras, las manzanas, los violoncellos,
los libros, la muerte, la duda, el óleo.

La imagen del espejo que observa una mujer desnuda
resulta siendo la palabra que mutila a un ángel
mientras éste se deshace... contra una pera.

José mezcló sus ideas entre los óleos para quienes no sabían qué esperar y para quienes ya conocían su obra. Para los unos, golpe seco y nauseabundo entre las sienes. Para los otros, estacas verticales entre los párpados, incrustraciones en el cerebro, presagio de los sueños.

Más allá del surrealismo, cada trozo de su obra se entrelaza mediante un concepto visual. No se lo pierdan: José Roosevelt.

Pinturas
Algunos dibujos