sábado, septiembre 26, 2009

La edad de la ciruela [Mercedes Blanco y Patricia Orantes: fusión armoniosa entre memorias]

Nostalgia. Ésta es la palabra que mejor define el contexto que envuelve a esta obra. Telón arriba, escenario sin restricciones, esperando pacientemente a que la sala termine de llenarse de expectativa. De hecho, ahora que lo escribo, se me ocurre que la carencia del uso de telón en esta obra de un sólo acto es una fina pero filosa y atinada analogía a lo libre que una mente debe ser para ser capaz de evocar vivencias con tanta exactitud y gracia.

Tuvimos una hora y media para disfrutar las deliciosas actuaciones de dos mujeres con harta técnica e innumerables recursos actorales. Era un placer observar la capacidad interpretativa de Patricia Orantes y Mercedes Blanco, quienes son capaces de transformarse como camaleones en cualquier criatura que se les ocurra, justo ahí ante nuestros ojos, sin necesidad de salir de escena o de cambiar mayor cosa en su vestimenta. Grandiosas cualidades técnicas e interiorizaciones cuidadosamente elaboradas.

Tengo la gran suerte (si es que ésta existe) de ser alumna de Mercedes, así que el ver esta producción fue no sólo un placer, sino un regocijo y un aprendizaje. Vi a dos mujeres entregadas en cuerpo, mente y alma a las tablas. Agradecí el fino cuidado en los detalles. Disfruté de un arte hecho desde las entrañas y con muchas horas de vuelo alto, muy alto.

¡No se la pierdan! Teatro Hugo Carillo, Centro Cultural Miguel Ángel Asturias. Viernes y sábados a las 20:00 horas, domingos a las 17:00 horas. Admisión: Q60, Q30 para estudiantes que presenten su carné.

Satisfacción [II]

¿Un ser humano completamente satisfecho, todo el tiempo?

Un fracaso.